~♥~

A un cadete acostumbrado a las corridas,
la vergüenza ya le pisa los talones
lamentando el precio de sus confesiones,
va esquivando ejecutivos por Florida
Mientras cruza sin mirar las avenidas,
se martilla la cabeza sin piedad…
V u e l v e con los ojos llenos de perdón
V u e l v e con los ojos llenos de perdón
pero es demasiado tarde,
y ella le da un beso de esos que humillan… a la soledad.
Por el centro todos conocen la historia
Por el centro todos conocen la historia
del más pillo y la más bella del condado
y aunque tiene momentos de poca gloria
y aunque tiene momentos de poca gloria
es un cuento que merece ser contado,
cuando el amor se tomó unas vacaciones
la vida le dió milonga y el bailó.
Nunca le dijo que no a otros rocanroles pero
Stifan i Vogan fue testigo de esa magia que los condenó
Stifan i Vogan fue testigo de esa magia que los condenó
a vivir eternamente entre el tedio y la pasión,
el instinto y la razón,
entre la perseverancia y la cruel resignación…
Esa magia que nos los va dejar ser,
Esa magia que nos los va dejar ser,
dos amantes del montón.
Ahora ella va a dos mil por hora por la vida,
pisa el freno sólo para sus 2 críos,
él supo hacerse más compañero del frío,
Ahora ella va a dos mil por hora por la vida,
pisa el freno sólo para sus 2 críos,
él supo hacerse más compañero del frío,
ese que le hacía sangrar por la herida.

Si hoy la describo digo profeta Mahoma,
una vez hecho un trato ya lo consiguió
y él adquirió una gran filosofía de goma,
y zapatos baratos, eso lo cambio.
Ninguno de los dos creía en el destino y
éste se vengó para hacerse notar.
Les va poniendo más piedras en el camino
pero yo te juro fui el testigo de esa magia que ellos seguirán
y zapatos baratos, eso lo cambio.
Ninguno de los dos creía en el destino y
éste se vengó para hacerse notar.
Les va poniendo más piedras en el camino
pero yo te juro fui el testigo de esa magia que ellos seguirán
compartiendo eternamente
entre el tedio y la pasión,
entre el tedio y la pasión,
el instinto y la razón,
entre la perseverancia y la cruel resignación…
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